No sé por qué me salvó la vida. Quizá en esos últimos momentos amaba la vida más de lo que la había amado nunca, no sólo su vida, la vida de todos, mi vida. Todo lo que él quería eran las mismas respuestas que todos buscamos: ¿de dónde vengo?, ¿a dónde voy?, ¿cuánto tiempo me queda? Todo lo que yo podía hacer era sentarme allí y verle morir.
Que guapa encantada de conocerte... al fin te pongo un rostro..
ResponderEliminarBesos
Julieta
felicitaciones todos tus trabajos son hermosisimos
ResponderEliminargloria ines